No llegar a nuestros objetivos puede ser muy frustrante, pero ¿nos fijamos en cómo son los objetivos que nos marcamos?
A veces queremos llegar al objetivo final sin haber dado los pasos previos necesarios. Como querer subir de un piso a otro por las escaleras, pero con una única zancada. Jamás se nos ocurriría.
Puedo subir escalón a escalón. O puedo intentar subir los escalones de a dos (incluso de a tres si me veo ágil), me costará un poco más, pero sé que es algo viable. Pues para ponerme objetivos igual. Pueden ser algo más complicados, pero con posibilidades de lograrlos.
Si no, lo más probable es que no llegue. Lo cual me llevará a la frustración, a pensar que no soy capaz, a dejar de intentarlo. Y, en realidad, quizá solo sea una cuestión de haberlo planteado mal.