Por suerte, no. No siempre es la realidad. A veces es nuestra propia cabeza la que nos engaña. Esos “no puedes”, “no eres suficiente”, “seguro que les molestas”, entre otro muchos pensamientos del estilo, resultan ser pensamientos que nos frenan y que nos impiden avanzar.
Podemos pensar que son ciertos, pero si nos paramos a analizarlos, lo más probable es que no tengan una base real.
Por supuesto que a veces hay que hacer caso a lo que pensamos, pero es importante tener en cuenta que no siempre será la verdad absoluta.
Para, analiza esos pensamientos y, si es necesario, mándalos callar y prueba que no tienen razón.